martes, 17 de agosto de 2010

Partos Humanizados

Y la mujer que sabe el devenir porque ve
mirando con el ojo del sur,
el ojo que mira al magma

La bengala Perdida. Spinetta

  Un título así lo primero que lleva a pensar es ¿Por qué es necesario humanizar algo como el parto? ¿Cuándo se deshumanizo? La respuesta del millón: La medicina y sus tecnologías que son capaces de meter la nariz hasta en lo más íntimo de la vida...






Para abordar el tema  leímos "¿nacimiento apasionado o nacimiento esterilizado?" y "dos paradigmas: medicalización frente a humanización"

En estos capítulos se plantea la cuestión que charlamos una vez en el Tigre, en la que vemos en el acto médico del parto una manifestación de la medicalización de los procesos vitales y la deshumanizacion de la medicina, se refiere al "gobierno médico" sobre esta vivencia. Nosotros en el Tigre habíamos planteado una cuestión básica y es la de por qué la medicina considera al embarazo como una enfermedad o proceso patológico cuando se trata de un proceso vital de enorme felicidad.

En este texto se plantea, por un lado las implicancias que tiene esto sobre la madre y por otro lado, sobre el bebe que recién nace y por último propone los distintos modelos de partos.

Respecto a lo que se genera en la madre, comentamos que hay muchas prácticas en el momento del parto que colaboran en esta deshumanización como son la episiotomía (el tajito que se le hace en la vagina a la madre para que no se desgarre de manera preventiva y universal para todas las mujeres, sin que se evalue la necesidad real), el anestesiarla y de por si la posición corporal que adopta en el momento del parto (completamente antinatural e incómoda para dar a luz, ya que la mujer tiene que hacer mucha mayor fuerza que si lo hiciera en sentido vertical)
Una frase del texto que a muchos nos atrajo fue : "anestesiar y silenciar el cuerpo es quitarle su pasión. Y un cuerpo sin pasión es un cuerpo sin deseo."

Por otro lado, el ambiente hospitalario no es un medio propicio para un evento tan importante como es el dar a luz, la frialdad de los instrumentos, los médicos, las enfermeras, las vacunas de los primeros segundos de vida, quitan a la madre la posibilidad de estar en contacto y comunicación con su bebé.
En el texto una mujer relata que ella tenía confianza con su obstetra y se sentía  a gusto con él durante el embarazo, pero que en el momento del parto, al ponerse la casaca dejó de ser la persona que ella conocía, y se sintió como afuera de esa situación.

Para el bebé, el nacimiento implica un trauma de por sí, y comentamos la importancia de que nazca en un clima familiar y cálido para que este no sea aún peor. Vimos fotos del libro en el que se veía al bebé apoyado sobre la madre con el cordón umbilical aún sin cortar. Aparentemente no sería tan importante cortar el cordón apenas nace el bebe. Esto permitiría a la madre abrazar a su hijo apenas nace y no esperar a que lo limpien y realicen los procedimientos que hoy por hoy se practican en cualquier centro hospitalario.

El texto propone la humanización de los partos, no sólo en el sentido de hacerlos "más naturales" sino que considera que la humanización está en el hecho de permitir que cada mujer y/o pareja elija el modo en el que quiere vivenciar el nacimiento de su hijo, reconociendo su autonomía. De hecho en el texto queda explicitado que no hay que renunciar a la tecnología disponible, ya que por ejemplo hay ciertas prácticas medicas que son necesarias en caso de complicaciones durante el parto o en partos que ya se sabe previamente que son riesgosos.

Propone distintas alternativas de partos, en el agua, parto vertical, domiciliario, etc. Pero también da un ejemplo de una instancia previa a esto, que sería la de aclimatar los centros hospitalarios para el parto, para que sean lugares mas agradables y que las personas que rodean a la mujer sean de su confianza, que haya calidez, privacidad, etc. (ejemplo de un hospital de París).

Otro punto que charlamos es el límite cultural de este tipo de propuestas, ya que actualmente prevalece el discurso en el que las prácticas fuera del hospital son peligrosas, y esto tiene un antecedente histórico muy importante, ya que antes, el miedo a la muerte y la muerte de hecho de la mujer o del bebé en el parto eran moneda corriente.
En este contexto, muchos médicos hoy en día, recomiendan la cesárea, sin ninguna justificación médica de importancia. En el texto se meciona la "psicoprofilaxis obstétrica, con la consigna de un parto sin temor y sin dolor". A la vez muchas mujeres la elijen con el argumento de no sentir dolor u otras cuestiones que tienen que ver con las fantasías sobre el momento del parto, el vivenciarlo como un hecho torturante y no con placer. Alguien comentó que en oposición a esto, se cree que la occitocina que se libera en las contracciones previas al nacimiento generan placer, superior al que se vivencia en el orgasmo.

Además, y siguiendo con el tema de la medicalización, en el texto se comenta el tema de los cursos preparto como algo que colabora aún más con esta deshumanización, ya que se apela a una preparación previa de la mujer para el día del parto, a la manera de un adoctrinamiento biológico. Estuvimos de acuerdo en que aprender a respirar y como pujar en ese acto es algo innecesario, ya que hay una cuestión instintiva, que permite a cada mujer saber como manejarse, sin necesidad de instrucción previa. Debería apelarse al propio saber de la mujer.
Por otro lado, todo esta preparación que apela a no sentir dolor en el parto, nos hace pensar en la necesidad de ese dolor durante ese momento como algo inherente a ese evento vital (esto es un tema que trabajamos cuando leímos a Illich). En el texto se hace referencia  a que el emabrazo  es una forma de revivir emociones arcaicas del propio nacimiento y esto sería importante justamente para que no interfiera negativamente en el parto.

Comentamos que estas propuestas y como todo lo que venimos charlando sobre medicinas alternativas, resulta hoy en día algo costoso y de poco alcance para un gran numero de personas. Sin embargo, esto tiene que ver con medidas de políticas públicas, ya que en algunos países de Europa, por ejemplo, ya se han implementado algunas medidas tendientes a humanizar los partos y son parte del sistema de salud.
Por ejemplo, en algunos países, se cambió la figura del obstetra por una partera. Esa persona que conoce y ha hecho vínculo con la mujer es la encargada del parto y se dispone de un centro de salud cercano al domicilio en caso de que haya alguna complicación.

Por último, hablamos de lo que sería la predisposición del médico frente a ese acto. Consideramos que hay muchas cuestiones que pueden influir negativamente (especialmente las condiciones de trabajo), pero es un punto fundamental porque no es lo mismo un médico que con amor participa de ese acto de nacimiento que aquel que se presenta sin ganas de hacerlo, cansado y lo considera un trámite.
En este punto nos derivamos un poco hacia lo que es el objeto de estudio de la medicina, como se nos enseña a alejarnos y distanciarnos de los pacientes para no sufrir por ellos, hasta el extremo de no sentir empatía por el dolor de los pacientes. Creemos que la formación médica debería trabajar sobre este punto, para que no sea así, completamente ajeno al sufrimiento pero que permita cumplir con la atención (aun no sabemos bien cómo sería eso). A la vez, se trata de un camino personal de conocer cuáles son las cosas que uno como médico puede tolerar y cuáles no, porque el ser médico no nos hace dejar de ser seres humanos que sentimos y sufrimos.

2 comentarios:

Analia dijo...

Acabo de leer el artículo y me gusto mucho, ya había leído algo al respecto y como mujer que en algún momento quisiera elegir ser madre, me genero muchas preguntas y ganas de debatir. Sobre todo, en lo que se refiere a la injusticia de no poder elegir la forma en que se quiere parir: nosotras debemos adaptarnos al sistema, no el sistema a nosotras. Sin embargo, no estuve muy de acuerdo con lo siguiente:
"Por otro lado, todo esta preparación que apela a no sentir dolor en el parto, nos hace pensar en la necesidad de ese dolor durante ese momento como algo inherente a ese evento vital (esto es un tema que trabajamos cuando leímos a Illich)." No comprendo porque debemos ver todos los procesos del cuerpo humano como algo positivo e inherente a nuestro ser, sobre todo en lo que se refiere al dolor. Muchas mujeres han sufrido tanto dolor que han perdido noción de la importancia del momento que estaban experimentando. ¿No es una suposición demasiado naturalista el creer que el dolor es algo que debemos aceptar como necesario? No he leído el artículo que citan en la nota, pero esa afirmación me generó una sensación incomoda.

Raulo dijo...

Comparto lo que decís sobre el dolor, en tanto que no me parece que haya que aceptarlo estoicamente. Y en ese sentido creo que lo que dicen algunos como Illich (acá podés leer la nota de la que hablamos http://sites.google.com/site/conjugandosaberes/Illich%2CLaexpropiaci%C3%B3ndelasalud.pdf?attredirects=0&d=1) se acerca un poco a la postura cristiana de que el sufrimiento es necesario para "redimirse", el "parirás con dolor".

Sin embargo, también son posibles otras interpretaciones de este artículo y de Illich que me parecen más positivas. Uno de los puntos que pensamos es la necesidad de ver al parto como experiencia vital, potencialmente muy rica para la madre y el bebé. En ese sentido, lo que hace cierta medicina con el objetivo -para mi válido- de hacer que la paciente no sienta dolor, es buscar anestesiar el cuerpo, que la paciente no sienta nada. Y ahí estaría el problema porque entonces esa experiencia potencialmente rica de la vida terminaría siendo un acto médico-técnico: para que no sienta dolor se hace que no sienta. La pregunta sería si no se puede disminuir el dolor sin anestesiar el cuerpo, sin transformarlo en un objeto justo cuando más sujeto debería ser.

También por otro lado, se podría pensar si ese dolor se da porque sí, porque el parto es doloroso "por naturaleza", o si ese dolor está poniendo de manifiesto otras cosas, si tiene un significado (por ejemplo que en los hospitales hay ciertas condiciones que no favorecen que la madre experimente el parto de otra manera).

Saludos

(y si querés debatir en persona podés venirte a una de nuestras reuniones)

Raúl - Conjugando Saberes