lunes, 20 de diciembre de 2010

Desde el alma
Mario Benedetti

Hermano cuerpo estás cansado
desde el cerebro a la misericordia
del paladar al valle del deseo

cuando me dices / alma ayúdame
siento que me conmuevo hasta el agobio
que el mismísimo aire es vulnerable

hermano cuerpo has trabajado
a músculo y a estómago y a nervios
a riñones y a bronquios y a diafragma

cuando me dices / alma ayúdame
sé que estás condenado / eres materia
y la materia tiende a desfibrarse

hermano cuerpo te conozco
fui huésped y anfitrión de tus dolores
modesta rampa de tu sexo ávido

cuando me pides / alma ayúdame
siento que el frío me envilece
que se me van la magia y la dulzura

hermano cuerpo eres fugaz
coyuntural efímero instantáneo
tras un jadeo acabarás inmovil

y yo que normalmente soy la vida
me quedaré abrazada a tus huesitos
incapaz de ser alma sin tus vísceras.


Ahí vienen de nuevo
Ricardo Ángel La Valle

Ahí vienen de nuevo…
Ahí vienen de nuevo…
Ahí vienen con su arsenal de toallas, friegas, talcos, pomadas…
Cierro los ojos y presento batalla lo mejor que puedo. Aprieto
los dientes que me quedan pero la fatiga puede más. Una nueva
violación. Siento como irrumpe el líquido, siento la pastilla
entrando como un proyectil y trago una nueva derrota…
Ahí vienen de nuevo…
Ahí vienen con sus sonrisas para atontar, con sus morisquetas
de Kindergarden, con su egoísmo rejuvenecido.
Cierro los ojos y me sueño potente. Aprieto los puños para
adormecer el entendimiento que me queda. Crispo mis rodillas
buscando el paroxismo pero el agotamiento me juega otra mala
pasada. Una nueva vejación. Siento el agua que enjuaga mi
entrepierna, por más que lucho no puedo dejar de sentir su
canturreo morboso, siento el hastío por esas sonrisas de
kermesse y me gana una nueva postración…
Ahí vienen de nuevo...
¿Quién les habrá dicho que quiero salvarme?


Gracias a Mica, compañera de la facu, por pasarnos el poema de La Valle y el de Benedetti que teníamos incompleto. Salud.